CULTURA AGAPE: LA SEXUALIDAD CRISTIANA

Nota escrita y publicada por: Psic. Daniel Galindez.

Sexualidad cristiana

Situamos temas de grata profundidades bíblicas y hacemos a un lado la sexualidad transformándole en un tema tabú, y priorizamos la preocupación que nuestros jóvenes y adultos mantienen relaciones a escondidas y de su "moralidad" nos escandalizamos. Aun con aquel joven que hoy ve pornografías, incita a la sexualidad, el escándalo; Entonces lo primordial debería ser enseñar sobre la sexualidad a nuestros jóvenes fungida en el carácter de Cristo.

La sexualidad en los parámetros bíblicos es situada en el matrimonio, exclusiva dentro del matrimonio. Se podría mencionar que decir esto es anticuado, sacado a la antigua, o algunos jóvenes dirían "Es el siglo XXI" Trayendo entonces a memoria que "Dios sigue siendo el mismo de ayer y hoy. No tiene sombra de variación, por lo tanto el tema del sexo sigue siendo el mismo antes o después, basado en las enseñanzas bíblicas".

Hoy en día entre las preocupaciones juveniles es relevante la sexualidad; Aun, es uno de los consejos que se pide en ocasiones al referirse al noviazgo... las parejas siempre están siendo tentados al acto sexual, debido que no se puede ignorar los impulsos sexuales naturales, hormonas, placer, impulso, todo esto tienen como fundamento la reproducción humana y la búsqueda del placer. Es importante mencionar que como humanos tenemos impulsos, pero como cristianos tales impulsos son sujetos a nuestro espíritu, Según el carácter formado del Cristo la carne es sujeta, impidiendo deseos desordenados.

En resumen la sexualidad es el acto de sello a la unión matrimonial por esto debe cumplirse luego del matrimonio, aunque antes exista las tentaciones; es donde ambas parejas deben trabajar en la sujeción de vuestra concupiscencia. Es existencial, grato, admirable y valiente, realizar tales actos después del matrimonio. Aunque en desacuerdo con algunos en acuerdo con otros, siempre he votado porque la sexualidad también sea un tema tratante antes del matrimonio ya que son cada vez más los matrimonios que se han unido sin conocer sexualmente en teoría a su pareja, luego sale a flote que la pareja es estéril, tiene problema de difusión eréctil, eyaculación rápida, vaginismo, o para sorpresa de algunos alarmista su pareja no era "Virgen" y terminan por dar terminada la relación, o su pareja tiene gustos diferentes a los suyo el cual es complicado moldear, así convirtiéndose en un interminable dolor de cabeza. Pero hago hincapié, esto no es tampoco las razones para experimentar o jugar al quemado, porque es bien sabido las escritura dice, si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando. 1era de corintios 7:9

¿Es el sexo el acto agradable y placentero instituido por Dios?

Muchas parejas cristianas catalogan el sexo como un tema de reproducción, o colocan fecha de realización, hora, o para los más ortodoxos simplemente se realiza la penetración. Me lleva a estar en total desacuerdo, considero que el acto sexual es gratamente una de las máximas expresiones del placer, el cual es creado para su delicadeza, romanticismo, dedicación, juego y disfrute. Es plenamente un acto de pureza esto no me refiero a que no sea la persona casta o no, sino que en este no hay engaños, no hay doble moral, corrupción, prejuicios, etiquetas, pecado, el sexo es puro, genuino, y placentero para ambos, un acuerdo de placer sin corromper los principios bíblicos...

Como he escrito anteriormente considero el sexo, el placer hecho con amor. Dentro de las congregaciones existen tabús sobre ¿Qué me es lícito debajo de las sabanas? En lo particular la biblia directamente no hace tantas referencias pero daré algunas, antes mencionar que considero que todo aquello que pueda gustar siempre que no cause rotura, trastornos, daños, des-moralidad, castigo penal, señalización social, divorcio, disputa entre pareja, puede realizarse siempre que haya un mutuo acuerdo sin excluir los principios bíblicos, "Honroso sea en todos (ustedes) el matrimonio, y el lecho sin mancilla" (Hebreos 13:4).

1 Corintios 7:3-5 Reina Valera (1960)

El marido debe cumplir con su mujer el deber conyugal (Pureza Sexual), y asimismo la mujer con su marido. La mujer no tiene dominio sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido dominio sobre su propio cuerpo, sino la mujer. No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración. Luego volved a juntaros en uno (Sexual), para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.

El sexo fuera del matrimonio, trae a su vez separación, des-amor, apatía, frialdad, y para aquellos que hoy lo practican pueden reflexionar junto a su pareja, ¿cómo marcha su relación de pareja con Dios, desde que practican el sexo? es obvia su respuesta, ya que todo lo que va contra de Dios nos aleja. Para algunos la relación parece mejorar con el disfrute y placer pero su fin es fin de muerte como aquellos que cometen pecado, mueren espiritualmente y mueren como relación. Muchos jóvenes el cual Dios les ha "confirmado" su relación caen en estos actos; Si Dios les ha "confirmado" creo en la renovación de estos. Alejarse de estos actos, y buscar la dirección de Dios es lo primordial, pero aquellos que están realizando tal acto sin consentimiento de Dios como Esposo. Recomiendo huir como José con la esposa de Potifa, mas aquellos que son unidos por Dios en lugar de quemarse son recomendable casarse, siempre que el amor sea verdadero y puro. ¿Cómo volver a la pureza nuevamente? Creo en la renovación espiritual de ambos; por esto es mejor un tiempo con Dios antes del matrimonio y no tomar decisiones apresuradas...

Considere lo siguiente:

Que una decisión apresurada no te saque de la casa de Dios.
El sexo concibe mayor placer en el matrimonio, que la zozobra y culpa antes de este.
La sexualidad no es una decisión carnal, sino espiritual para el control de una sexualidad sana.
El sexo a separado más pareja antes de casarse.
Tu sexualidad puede ser hablada pero cuida con quien la hables.
El sexo en el matrimonio es honra y obediencia a Dios.
Una manzana pasada de mano en mano solo llega mallugada, perdiendo su estado original y difícilmente recupera su apariencia, cuídate de ser una manzana mallugada.
Mi sexualidad está comprometida con Dios, aun después del matrimonio.
El que ama respeta la sexualidad y el cuerpo de su doncella.